Muchas veces queremos hacerlo ”a nuestra manera”, sin detenernos a pensar primero en cómo aprende cada uno.
Este es un punto fundamental a tener en cuenta.
El desarrollo integral de los niños debe ser estimulado desde la primera infancia, tratando de promover todo el potencial cognitivo, afectivo y motor que poseen.
Como padres podemos ayudar a llevar a cabo procesos de metacognición en nuestro niños, concepto que se refiere a la forma en que el niño toma conciencia de sus propios procesos de aprendizaje.
Una manera de ayudarlos es mediante la realización manual, físico, intelectual u otras actividades, pero en el cual compartir con ellos es la clave.
Se entiende que el pensamiento metacognitivo surge de la experiencia y se basa fundamentalmente en la Creencias y pensamientos que tenemos sobre nuestro propio aprendizaje.
En este contexto, es de gran importancia promover actividades como seguimiento, planificación, elección, estrategias, materiales y caminos que permitan a nuestros niños resolver problemas y ejecutar planes, como parte fundamental del proceso.
Como padres, podemos y debemos reforzar la educación de los niños aprendiendo con preguntas sencillas que, sumadas a una adecuada familiaridad y apoyo, les permitirá analizar cómo aprenden, mientras toman conciencia de su propia individualidad. De esta manera promoveremos la confianza en sí mismos y les ayudará a conocer sus fortalezas y debilidades.
Una forma de ayudarlos es realizando actividades manuales, físicas, actividades intelectuales o de otro tipo, pero en las que compartir con ellos es la clave.
También cuando vamos a recogerlos al colegio, en lugar de preguntándoles “¿Cómo te portaste?”, podríamos hacerles preguntas como: “¿Qué aprendiste hoy?”, “¿Qué te gustó hacer?” “¿Por qué te gusta tal o cual actividad?”, “¿Qué es más fácil?, ¿O más difícil para ti?” o “¿Por qué elegiste una tarea? ¿y no otra?” De esta manera, los estaríamos guiando para que puedan comunicar cuáles son sus intereses, gustos y necesidades, lo que les llevará a comprender cómo funciona su propio proceso de aprendizaje.
Trabaja y lleva a cabo su propia metacognición.
Por supuesto, lo que todo padre espera… verlos felices y orgullosos de sí mismos. Confiados, en un ambiente familiar que se preocupa por ellos. en un ambiente familiar que se preocupa por ellos.
